"El Consejo de Mayores no funciona, hace años que no se
reúne"
La asociación de jubilados de Ericsson empatiza con los
'yayos flauta' y dice que la crisis les ha despertado el espíritu
reivindicativo.
"Hay todo tipo de ideologías; de izquierdas, de derecha o
mediopensionistas" Lo mismo bailan que se van de manifestación. Los
miembros de la Asociación de Jubilados de Ericsson se identifican con
los yayos-flauta, una corriente que demuestra que los mayores pueden ser
tan combativos como los jóvenes del 15-M. "Porque
somos
mayores pero no tontos", puntualiza el presidente, Manuel
Iglesias. En su local de la calle Gibraltar un grupo de pensionistas
juega su partida de cartas mientras preparan su próxima movilización. Y
seguro que será pronto porque de quejas tienen superávit. La ultima
manifestación a la que asistieron fue el pasado 17 de Febrero, una
marcha desde la madrileña Plaza de Cibeles a Puerta del Sol en defensa
de la sanidad pública. Dicen ser testigos del continuo deterioro
del hospital de Getafe, del cierre constante de camas, de las citas para
meses, y han sido protagonistas activos en el rechazo contundente al
euro por receta. Pero sus protestas no van abrazadas a ningún partido
político. De hecho, según señala Iglesias ,
entre los mas de 500 socios "Hay todo tipo de ideologías; de izquierdas, de derecha o
mediopensionistas", Independientemente de su voto, todos están de
acuerdo en una cuestión: "El consejo del Mayor de Getafe no funciona".
Recuerdan que desde que se inicio la legislatura del popular Juan Soler
no se ha reunido ni una sola vez, aunque dicen que el mal viene de
antes, de los últimos años del gobierno de Pedro Castro. "El pleno del
consejo tiene la obligación de reunirse cada tres meses, según marcan
los estatutos, sin embargo no se ha hecho desde hace tres años", señala
el presidente. Tanto Iglesias, como el tesorero Ricardo Rincón y el
secretario Andrés Vela ya vivieron otra crisis, la de los años noventa.
Fueron prejubilados de la fabrica Ericsson, cuando apenas sobrepasaban
los cincuenta años. Como ahora, las empresas daban un salto generacional
para abaratar salarios. Ellos, lejos de quedarse en casa, se organizaron
y formaron esta asociación de ocio y social a partes iguales. Ahora, la
nueva crisis les ha despertado el espíritu reivindicativo.
Manuel Iglesias también es el vicepresidente de la Confederación Estatal
de Prejubilados y Pensionistas (CEPYP) cuyo principal objetivo es
conseguir la representatividad legal en aquellas decisiones de la
Administración publica que les afecte, y piden que se reconozca
jurídicamente la figura del prejubilado. "No podemos votar ninguna
medida y los sindicatos no defienden nuestros derechos. No nos
conformamos con lo que nos cuentan", se queja Iglesias. A
través de CYPYP y la federación madrileña FEMAS, donde tiene dos
vocales, han mostrado su rechazo a la decisión del Gobierno de no
revalorizar las pensiones en base al IPC, y reclaman que se utilicen los
cerca de 60.000 millones de euros del llamado Fondo de Reserva de
Pensiones. También exigen que los jubilados anticipados cobren el cien
por cien de la base reguladora al cumplir 65 años y que las viudas
lleguen al 70% de dicha base. "No podemos permitir que lo que hacen
ellos lo paguemos los más débiles", se lamenta Iglesias, quien cree que
"muchos mayores no se movilizan porque temen perder su pensión".
Como ejemplo de la desprotección que sufren, Ricardo Rincón habla del
problema de la tercera edad para conseguir una plaza en una residencia.
Según sus datos, en Getafe no hay plazas disponibles por menos de 2.000
euros al mes, una cantidad que, según señala, les es imposible abonar a
la inmensa mayoría. "Y encima han sido aportaciones de suelo publico a
empresas privadas". La Ley de Dependencia también esta en su agenda de
reivindicaciones así como el rechazo a las jubilaciones a partir de los
67 años. "Nadie entiende que con seis millones de parados se quiera
prolongar la jubilación", dice Vela. Pero como todo no
van ha ser movilizaciones y marchas, los socios también sacan su rato
para charlar, tomarse un cafetito en la sede, echar una partida y
preparar la próxima excursión que esta vez será a descansar a un
balneario. En la sede se ofrecen clase de informática , una de las mas
solicitadas con cerca de 20 alumnos, ingles, o gimnasia, aunque la
actividad reina es el baile que reúne los martes y jueves a cerca de 50
personas.
